Saborea de este
encuentro,
de esta piel que grita
con sudores de alcoba
de miradas furtivas,
amenazantes.
Saborea de mis mieles
de tus tiempos, de los
míos
la exquisitez de lo fortuito,
de lo incomprensible.
Saborea la ceguera matrimonial,
continúa en esta laguna
dialectal,
vamos a consumirnos en fuegos ,
en relámpagos de éxtasis
que
nunca existirán y que
nadie
se atreverá a descifrar.
Autora: Adriana Comán.
Precioso, Sandra. Un verdadero shok de placer leerte amiga.
ResponderEliminarPara mí es un placer movilizar tantos sentimientos con la palabra.
EliminarYo también te considero un amigo =). Si no te enojas
te digo que mi nombre es Adriana.
¡Genial Adriana!
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Es gratificantetener un lector tan atento como vos Mauricio. Los lectores resignifican al poema más allá de la creación.
EliminarSin dudas Adri, muchas pasiones juntas. Moviliza a cualquier ser,indiscutibles son tus palabras. Particularmente este poema me hizo viajar en el tiempo.
ResponderEliminarEl tiempo mueve todas y cada una de las pasiones del hombre. Es el compañero fiel y , a la vez, el enemigo. Es quien brinda el testimonio de un amor y termina por negarlo.
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