Saborea de este
encuentro,
de esta piel que grita
con sudores de alcoba
de miradas furtivas,
amenazantes.
Saborea de mis mieles
de tus tiempos, de los
míos
la exquisitez de lo fortuito,
de lo incomprensible.
Saborea la ceguera matrimonial,
continúa en esta laguna
dialectal,
vamos a consumirnos en fuegos ,
en relámpagos de éxtasis
que
nunca existirán y que
nadie
se atreverá a descifrar.
Autora: Adriana Comán.